Ya en la estación de bus, estuve muy nervioso nunca antes había viajo a ninguna parte, y fui solo ya que mi abuelita se encontraba en el campo laborando, saque mi boleto y se lo enseñe al encargado, ya con mi equipaje que consistía solo con una mochila donde llevaba algunas ropas para dormir, una toalla para el aseo y demás cositas necesarias para la higiene.
Subí y estaba tiritando de nerviosismo, y buscando mi asiento levanto la mirada y vi a una hermosa mujer que miraba por la ventana como despidiéndose de la ciudad,era muy hermosa, tes clara ,ojos redondos de color marrón claro que brillaban con el resplandor del atardecer, delgada y estatura media, pero tenia una mirada muy triste parecía que tenia un vacío en su ser ,pero que con solo su presencia hizo que todo el nerviosismo que tenia,desapareciera en un instante.
Y de mi mente no pude apartar ese rostro tan hermoso y a la vez tan triste, pero sucedió algo que solo el destino pudo hacer, mirando el número de asiento vi que era el que estaba al costado de ella ,no lo pude creer tanta fue la coincidencia,la suerte ,no sé que será, pero realmente agradecí que sucediera.Y me senté junto ella ,ella no me miro simplemente seguía mirando la ventana y poco a poco el bus comenzó a llenarse de pasajeros,algunos vendedores pasaban por los pasillos ofreciendo sus productos y nos dieron aviso que el bus ya iba a salir y me entro la nostalgia por todas las cosas que había vivido allí.
Y estado allá sentado vi alejarse lentamente mi ciudad y poco a poco sin darme cuenta me comencé a dormir muy plácidamente llevando conmigo al mundo de sueños mi niñez y todas las cosas buenas y malas que viví hasta ese momento.
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